Cine y humor español...

Desde que me regalaron el placer del tiempo libre, muy a mi pesar, tengo tantas horas desocupadas que las empleo en cosas que hace tiempo que no disfrutaba. Tengo tiempo para ver cine, para leer, para mantenerme informado de la actualidad... Veo como se estrena la nueva película de Isabel Coixet, con un título largo como un monólogo de Buenafuente y seguramente insoportable como Leire Pajín.

Mapa de los sonidos de Tokio es una de esas películas que una catalana cuela como cine español, rodado en inglés y con actores japoneses. Yo no digo que sea buena o mala, seguramente es mala como un dolor, pero ahora resulta que el cine español es un aglutinamiento de películas de jóvenes yonkis, películas de la guerra civil, películas de maricones (o cine Almodóvar) y cosas raras que hace la Coixet. Ya sabéis que aquí nos gusta ponerle etiquetas a todo, pues resulta que hace un par de días vi Pagafantas, y puedo ponerle la etiqueta de buen cine de humor. Para el que no la haya visto, con los actores de "Vaya semanita" y algunos de Muchachada Nui, vascos con manchegos, tenemos cine de humor de calidad, con un buen guión y sin caer en la obviedad.

Demostrando a todo el mundo que hay otro cine en España, a salvo de viejas rencillas entre rojos y azules, a salvo de jóvenes que no hacen otra cosa de follar y drogarse, a salvo de cine subvencionado por el estado y vendido a la causa. Yo no digo que no haya talento en este país, al contrario, lo hay a patadas, pero parece que sólo hay dinero para hacer siempre lo mismo.

El domingo fui al teatro a ver la obra de Millán Salcedo. Después de más de dos horas de risas descontroladas me di cuenta de que acababa de ver a un monstruo del humor, una de esas personas que si fuera americana estaría actuando en Las Vegas cada noche cobrando entradas a precio de oro y colgando el cartel de "no hay billetes". Gente como Millán hay mucha en este país, denostada por la época del destape, por devaneos en el mundo del corazón o por un final de carrera decrépito, seguramente para poder comer tras una carrera espectacular, al que han sido empujados. Porque aquí no se valora al que de verdad es grande sobre el escenario, aquí se le hace un monumento al que se acuesta con uno u otro, al que dice que tiene un bombo de tal hijo de famoso o al que sale con más cara que espalda a decir que se mete todo lo que encuentra por delante.

Gente como Esteso y Pajares, que aunque a muchos les parezcan dos tíos que sacaban tetas en las películas, tenían un nivel de comicidad a la altura de los mejores actores americanos, acaban en el olvido o peor, en Donde Estás Corazón. Espero que se le cierre el grifo de las subvenciones a los de siempre, a los pelotas de turno, y se abra el grifo a gente nueva, con ganas de hacer buen cine o de estar dos horas sobre un escenario a pelo, sin nada más que un piano verde y las ganas de hacer reír a los demás.