miércoles, diciembre 24, 2008

Felices fiestas...


Ya sabéis que no soy muy fanático de estas fiestas... pero eso no quiere decir que no sea una persona educada y os quiera felicitar a todos y a todas (no quiero que se me enfade mi amiga Aído) estas fiestas... en este caso os las felicita mi amigo Bunbury desde South Park.

Para todos los que leéis mi blog, los que participáis y los que no, los que sean rojos, azules o verdes... os deseo una feliz navidad a todos. Que Dios nos pille confesados en 2009, con más paro, más crisis, menos ingresos, más gastos, luz más cara, transporte público más lamentable... Espero que estáis orgullosos de vivir en un país dónde se condena con más gravedad retrasar la adopción a una pareja de lesbianas que dejar en libertad a un violador y asesino de menores... orgullosos de vivir en un país dónde los sindicatos salen a la calle y paralizan un país para despedir a lo grande a Aznar, y no mueven un sólo dedo ante el grave problema que tenemos con la automoción... Un país dónde se quiere borrar toda huella histórica que represente nuestro pasado y te tacha de fascista a quien lleva los colores del país fuera del ámbito deportivo...

Felices fiestas y paciencia a todos para el 2009...

La apariencia no es sincera...


He pasado unos días intentado desconectarme de esa fiesta inmunda que es la navidad. La mejor forma para hacerlo ha sido largarme hacia la costa alicantina y olvidarme del tumulto consumista que merodea por Valencia. Lástima que gentuza encontremos allá donde vamos.

Nos fuimos a Calpe, a un hotelito al que le hemos cogido cariño y que no está nada mal de precio. Aprovechando que la comida no estaba incluida en el precio, dimos una vuelta por la zona del puerto para encargar una paellita con bogavante y reservar una mesa para dos. Como marca nuestro sino nos colocaron al lado de una pareja con dos niños pequeños muy escandalosos y de una mesa enorme con 3 parejas de cincuentones con acento murciano y menos modales que Hugo Chávez. Además de comerse la mariscada con la boca abierta y vocear cual pescadera en mercado iban llamando a esos senegaleses que llevan mil bolsos colgados de sus manos, relojes y carteras...

Parece que el líder de la pequeña manda, con sombrero vaquero hortera a juego, quería que su mujer se comprara un bolsito Tous de imitación esa tarde. Primero manosearon con sus aceitosas zarpas todas las gafas que llevaba el primer balsero, ninguna se adecuaba a su exquisito paladar... Después estuvieron toqueteando relojes, agitándolos al viento y quejándose de que eran malas imitaciones, que sonaban piezas dentro del mecanismo... Allí tenías a los vendedores de pie, viendo como tocaban a la vez que comían... y a mi bebiendo sangría al lado y empezando a molestarme su impresentable actuación, cuando de repente llegó la gota que colmó el vaso.

El líder vaquero se fue a por el negrito con bolsitos Tous que estaba esperando. Agachado tras la mesa por la presencia de policía local, fue mostrando la mercancía a las arpías. Ante el desorbitado precio de 15 euros por bolso, las lobas le ofrecían 10, alegando que era una mala imitación y que no merecía más.... ¿mala imitación? gástate 120 en uno original y deja de joder bruja!! La puntilla llegó ante la frase de la maqueada del grupo... "yo soy diseñadora de bolsos y sé de que va ésto". ¿Diseñadora de bolsos? ¡Cómo no sea de las bolsas del Lidl!

No sabéis la vergüenza que me dio ver como le sacaban al pobre negrito el bolso por 10 euros y empezaron a alardear del regateo tan bueno que acababan de realizar. Al momento les trajeron la paella de arroz negro que habían encargado y empezaron con la demagogia barata del "pobre negrito, me sabe mal pero hay que regatearle".

Hay veces que me da vergüenza como somos... espero que se gasten esos 5 euros que le sisaron al senegalés en medicinas.


domingo, diciembre 14, 2008

Otro video cachondo...

Buenas noches cabrones!!


Con este grito de guerra dio la bienvenida Enrique Bunbury a uno de los mejores conciertos que se recuerdan en la capital del Turia. No voy a ser el crítico más imparcial que podáis leer, ni esta será la crítica más neutral que valore el espectáculo vivido el viernes en la Fonteta... pero seguramente será el mejor escrito y el más gracioso (olé mi modestia).

Cuando Bunbury viene a Valencia se produce un fenómeno friki bastante curioso. Suelen amontonarse muchos personajes vestidos de negro, con sombrero vaquero y uñas pintadas de negro varias horas antes de la apertura de puertas... un desfile de gente desocupada que no tiene nada que hacer un viernes a las 4 de la tarde... entre los que se suele ver a un tío de 2 metros acompañado de una guapa rubia que suelen desentonar entre tanto raro.

Desde las 5 de la tarde estábamos en la cola, no éramos los primeros ya que nosotros trabajamos y el paro que acumula mi amigo Zapatero ha permitido a mucha gente poder estar desde la hora de comer en cola. Esas 80 o 90 personas que teníamos delante se convirtieron en 200 a medida que se acercaba la hora del concierto, hecho que me molesta bastante y al que no me acostumbro por muchos conciertos a los que asista.

A medida que el frío se calaba en mis huesos y mi pies empezaban a cansarse de tanta tontería nos acercamos a las 19:00, hora en la que una rubia de las tontas, con cara de inocente y cuerpo de galgo intenta colarse con más cara que Solbes negando la crisis. A ella se la acoplan 2 amigos gafapastas, que se colocan a su lado comiendo un bocadillo. Mi novia les pega un puro y ellos se hacen los locos, a lo que tengo que intervenir y soltar un "haced lo que queráis, pero delante de mi no vais a entrar". Creo que la niña-galgo lo entendió a la primera, pero al gafapasta le tuve que repetir la frase un metro más cerca y con cara de pocos amigos.

Tras abrir las puertas y colocarnos a pocos metros del escenario, la hora y media pasó volando, y con puntualidad británica empezó el show. Un Bunbury espectacular, medio sheriff medio Woody el vaquero, con gafas de espejo y riguroso negro hizo que se cayera un Fonteta llena hasta la bandera. No puedo decir mucho, las palabras no pueden explicar la sucesión de canciones, himnos y gente enloquecida. Un Enrique entregado, saltando sobre la gente y por momentos desnudándose (ante la locura de las féminas del lugar) cantando como nunca y por momentos emocionado ante el público valenciano... se le notaba feliz, a gusto y contento...

Dos horas y media de concierto, con canciones nuevas y clásicos de su carrera remodelados al nuevo estilo rock&roll de su banda... que por cierto suena mejor que en el segundo concierto ofrecido en Guadalajara al que ya fuimos. Sin duda alguna uno de los mejores artistas que tenemos en este país antes llamado España, molesto para cierta parte de la prensa, ídolo para muchos entre los que me incluyo. Creo que a muchos les jode que lleve 20 años haciendo buena música y se salga de las radiofórmulas y el mamoneo de la industria.

lunes, diciembre 01, 2008

¿Quien dió el primer paso?


No quiero ponerme filosófico a estas alturas de la película. No voy a hablar del odio que rezuma en España entre rojos y azules... ni del odio que lleva a la autodestrucción a un país como Israel... ni al odio entre valencianistas y madridistas... mi pregunta se limita a la duda que me corroe desde el viernes, ¿quien robó la primera antena de coche?

Porque el viernes me robaron la antena de mi pobre coche. Y en mi reflexión tras la rabia inicial me hago una pregunta muy tonta... si cada coche sale con una antena del concesionario, ¿quien es el primer inútil que robó una antena y para qué? Porque uno puede perder un tapacubos, como yo, y puede elegir entre robar otro a un pobre incauto o como en mi caso, seguir con 3 tapacubos hasta el resto de los días. Pero uno no va a 120 por la pista de Silla y se le desenrosca la antena del coche, tiene que venir un cabrón a desenroscártela y, si su coche ya traía una antena de fábrica, supongo que se la meterá por la retambufa para desahogo propio.

Si yo en su momento hubiera pillado al pobre desgraciado que cogió mi pobre antena os aseguro que tendría que aprender a manejarse con los pulgares rotos durante un par de meses... pero ahora me veo en la tesitura de convertirme en un cabrón de los que critico y robar una antena para mi pobre coche o gastarme 30 euros en una nueva. Como veis, el destino me pone en un dilema moral del que me será muy difícil salir... seguramente me convierta en un nuevo cabrón.