lunes, noviembre 29, 2010

El gitano que llevo dentro...


Es curioso como, dependiendo de en qué lado estás del río, te molestan unas u otras cosas. El mejor ejemplo que tenemos a mano es mi querido pequeño Farón, Quique Flores.

El rey de la barraca, de la pérdida de tiempo y triquiñuelas para pasar a semifinales de Europa League el año pasado, ese impresentable que cuando era entrenador del Valencia dio por culo lo indecible para traerse a Luis García del Espanyol (curiosamente tienen el mismo representante, como muchos otros que pidió como Gabi, Arizmendi, de la Peña, Helguera...), ahora nos sale orgulloso y no quiere que se rían de él en el Calderón.

La imagen que dio fue lamentable, barriobajera y digna de cualquier campo de tercera regional en el que la Guardia Civil tiene que acompañar a los árbitros a la salida. Y lo peor no es ésto, sino que aparece en la rueda de prensa ya calmado y sigue empecinado en tener razón, cuando lo único que ha pasado es que no le ha gustado perder en casa contra 8 canteranos de 20 años, un negro que lo para todo, un argentino que no conocía nadie y un delantero argentino que ya lo quisiera yo para mi Valencia.

Por cierto, para los espabilados del Valencia, Javi Márquez sería un tremendo mediocentro para jubilar al de las querellas.