martes, marzo 01, 2011

Valencia 0 - Sporting 0...


Cuando no juegas a nada y llevas 2 meses dependiendo de jugadas aisladas y errores arbitrales a tu favor, suele pasar que llega el día en el que tus vergüenzas quedan al descubierto, y acabas un partido con un solo tiro a puerta en el minuto 86 de uno que debuta. Empatar contra el Sporting no es para crucificar a nadie, no jugar a nada, no crear peligro, no aprovechar el balón parado… y venir de empatar contra una banda de alemanes cuyo estilete es un español veterano es lo que remata la jornada. Llevamos tiempo jugando con fuego, echando la moneda al aire y saliendo siempre cara aún sin merecerlo. Espero de verdad que no nos salga cruz en el partido más importante del año, en Alemania.

Champions...


En una eliminatoria de Champions debe prevalecer el conjunto sobre la individualidad. Un claro ejemplo es el partido del Arsenal, donde buscando un juego colectivo y dejando a un lado las estadísticas personales de cada uno se ganó al que se considera el mejor equipo de Europa. En el otro extremo del ejemplo tenemos al Valencia del martes, donde la delantera estaba más preocupada en buscar el gol propio que en mirar al lado y dar el gol al compañero. No digo que toda la culpa sea del egoísmo del delantero centro, ya que es esto lo que le hace especial, pero creo que uno puede buscar mejorar sus números cuando ya vas ganando por 2 o 3 goles y no dejar que te empaten en casa. Podría hacer sangre con otros detalles como la defensa, los cambios y los supuestos “revulsivos”, pero me quedo con la frase del baloncesto: “una canasta hacer feliz a un jugador, una asistencia a dos”.