domingo, diciembre 17, 2006

Aparquemos con tarjeta de crédito


Hoy en día hay muchos gastos en la vida diaria. Muchos de ellos recaen en el coche.

El coche es un hijo tonto. Pagamos más de dos millones de las antiguas pesetas por él, el impuesto de matriculación, el impuesto de circulación, la gasolina a precio de oro líquido, revisiones, cambios de aceite, parkings, zona azul... y gorrillas.

Quiero denunciar desde aquí a la policía local de Valencia. Nuestros queridos y amables policías, siempre a nuestro servicio, hacen la vista gorda ante uno de los grandes problemas de nuestra sociedad. He podido comprobar en la emergente Avenida Francia como se estan asentando varios gorrillas, bien equipados con sus gorritos, sus navajas para pinchar ruedas y sus montones de mierda encima.

Estos personajes, escoria de la sociedad, utilizan el temor a represalias en los coches para cobrar un impuesto revolucionario, digno de Otegui o Josu Ternera, a todas aquellas personas que quieren aparcar en la vía pública. He podido ver como la policía, a escasos 20 metros de ellos, se hacen los locos mientras ellos ejercen su profesión?.

Debemos impulsar una ley, penada con cárcel, contra todas aquellas personas que ejerzan la mendicidad o tengan vocación de aparcacoches. Seguro que si mandamos a Picassent a varios de ellos poco a poco iran despareciendo de nuestras calles.

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