Live Free or Die Hard

Hacía tiempo que no iba al cine, y ayer salí de la sala 23 de Kinepolis con la piel de gallina. No hay nada como Bruce Willis repartiendo galletas para animarle a uno la tarde.

Algunos dirán que es mal actor, otros que nadie se cree las hostias que da McClane entre comentarios sarcásticos y muecas clásicas... pero nadie puede negar que entretiene y te da ganas de tomarte la justicia por tu mano como él.

Este sentimiendo de venganza me ha surgido en las últimas semanas ante las reacciones que suscita la vuelta del mejor grupo de ha dado este país que algunos aún llamamos España. La vuelta de Héroes del Silencio pica a mucha gente. A algunos como a mi para bien, y a otros como Ramón Palomar para mal.

Parece que al "periodista", que no olvidemos que ya es reincidente en sus ataques a Bunbury, le debe de joder bastante que después de 10 años en silencio hayan vendido todas las entradas de sus conciertos... conciertos dónde se escuchan esas letras infames y mal encadenadas, sin sentido... Nada que ver con los maravillosos libros de nuestro amigo Palomar... esos que amontona en su ático del centro de Valencia y que se dedica a vender desde el mismo púlpito radiofónico donde se burla de la forma de cantar de Enrique.

Por si fuera poco, en ese gran programa, galardonado con premios al mejor guión como es Escenas de Matrimonio, se atreven a incluir en uno de sus episodios la frase "esto es más estúpido que las letras de Héroes del Silencio". No deben de conocer el significado de ridículo, ya que los guiones de los programas de José Luis Moreno son dignos de los libros de Teo. En mi modesta opinión, Teo va al colegio tiene más nivel literario que cualquier guión del Morenín.

Por mucho que les pese a algunos, vuelve la banda más grande que hemos tenido.. y es una lástima no ser John McClane para repartir justicia y soltar un "yipiyaiyi hijo de puta".